Giovanni Bellini

Nacimiento: 1430  - Muerte: 1516    Colocación: Sala de Bellini y Giorgione

La familia de pintores Bellini es uno de los nombres más importantes del Renacimiento. Jacopo Bellini (1396-1470), padre de Giovanni, era uno de los principales pintores de principios del Renacimiento. Sus hijos, Giovanni y Gentile (1429-1507) continuaron su inmensa influencia, con Giovanni, que llegó a ser muy importante para el estilo de la pintura veneciana. Jacopo fue también el maestro de otro artista importante, Andrea Mantegna (1431-1506), que se casó con una exponente de los Bellini, convirtiéndose en cuñado de Giovanni. 

Si su padre consolidó el estilo de principios del Renacimiento, Giovanni, llamado también Giambellino, marcó su evolución, a través del uso de los colores de atmósfera, que se convirtieron en típico de la escuela veneciana. Esto fue muy importante para sus alumnos, los maestros Giorgione (1477-1510) y Tiziano (1485-1576). El grado de influencia que tuvieron estos dos maestros en el arte europeo puede remontar precisamente a Bellini. Su trabajo está ya documentado en los años cincuenta del siglo XV, cuando pintaba al temple. En este primer período hay obras importantes, como el Cristo muerto sostenido por dos ángeles y dos obras tituladas ambas Piedad. Cuando Mantegna estudiaba en el estudio de Jacopo, Giovanni absorbió parte de su estilo único. Una de sus obras más valiosas, que muestran la influencia de Mantegna, es la Oración en el huerto, de 1459. 

Bellini comenzó a pintar al óleo cuando se encontró con el siciliano Antonello da Messina (1430-1479), que se fue a admirar su trabajo. Messina jugó un papel crucial en la introducción de la pintura al óleo entre los venecianos. Las obras de Bellini tomaron una nueva vida, llegaron a aquel color vivo, pero fluido, que se convirtió en distintivo de los venecianos. A menudo colaboró con su hermano Gentile, y realizó algunos de sus mejores trabajos reemplazándolo por una comisión en el Palacio Ducal de Venezia. Por desgracia un incendio de 1577 destruyó la mayor parte de estas obras. 

Después del trabajo en el Palazzo Ducale, Giovanni Bellini continuó pintando obras que marcarían la transición estilística hacia el Alto Renacimiento. Entre ellos, el Retablo Barbarigo, para la iglesia de san Zaccaria, en Venecia. El artista trabajó mucho en Venezia, realizando sobre todo obras religiosas, sino también retratos. Uno de estos, Retrato de hombre, se encuentra en los Uffizi, junto con la Lamentación sobre el Cristo muerto, atribuidole como Giambellino, y la Alegoría sagrada, un hermoso paisaje. Bellini se hizo conocido por la atención al detalle en los fondos de paisaje, y aun esto fue innovador entre los venecianos. 

En su último período, Bellini comenzó a pintar incluso temas mitológicos, como la Fiesta de los Dioses, que dejó incompleta y fue terminada por Tiziano. La obra fue encargada por el duque de Ferrara Alfonso I d'Este (1476-1534), para el Castillo de Este. 

 

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